dijous, 28 d’abril del 2016

La disparé hace 10.220 días


Me gusta arriesgar, me aburre hacer siempre lo mismo y nada me estimula más que introducirme en nuevos retos, quizás por eso en algunas ocasiones en mi trabajo profesional me he aventurado a dejar mis potentes, fiables, seguros… equipos de cámaras en sus correspondientes maletas y afrontar éstos con cámaras de otros tiempos. 

La disparé hace 10.220 días en mi estudio de la Gran Via de Barcelona con una cámara de banco Linhof Tecnika de formato 6x9 con chasis rolex 120 de 6x7 centímetros, que por sus dimensiones y telémetro me permitía trabajar a pulso, si lo deseaba, y descentrando el banco posterior podía obtener un cierto desenfoque parcial de la imagen. 
Saber encajar las posibilidades que nos ofrece el acting, actitud, expresión… de la modelo ante la cámara suele ser una buena decisión, ya que es importante que ambas (cámara y modelo) se complementen y sumen. 
Conocía a Inma, una de nuestra tops de la época, desde los catorze años y sabía que nadie como ella aguantaría la expresión en su rostro el tiempo que requeria el hecho de trabajar y experimentar con una Linhof antigua. Debido a sus compromisos Inma permanecía largas temporadas fuera de Barcelona, por eso cuando su agencia me ofreció su disponibilidad no dudé en confirmarla y junto con todo el equipo empezamos a organizar y dar forma al reportaje de moda. Éste abordaba la importancia de los escotes y cuellos en la moda del verano 89 que se anunciaba muy femenina, refinada y suave según palabras de Mercedes Clapes, redactora jefe de la revista. 

Disparé, como ya he dicho, con la cámara Linhof, película 120 Ektachrome de tungsteno y como fondo utilicé una inmensa tela blanca de algodón colgada sobre un también fondo blanco que al iluminarlo con luz de 5.500º Kelvin adquiria unos tonos fríos azulados muy de acuerdo con la estética y el look que había ideado para el reportaje central más portada de la revista Vestirama editada por Indice. Para no desvirtuar demasiado los tonos de color de la ropa y modelo, apoyé muy ligeramente la figura con un pequeño spot de tungsteno de 500 Watios, hasta el punto de no perder los tonos azulados que buscaba.